sábado, 17 de enero de 2009

De vuelta

Hielo.

Pero ayer era el sol una mancha absurda en mi frente. Hoy es el hielo, esa fuente de agua como dormida en una urna de cristal. Un dedo cortado por otro cristal. ¿Diamantes?. Tengo frío en los dedos.

No como ayer.

Brisa tibia. Una playa por la noche. Qué lejos todo. Ahora es el frío. Mi cumpleaños número 28. Mis ojos señalados como por unas líneas. Mi piel toda tropezada.

Hoy es el frío una uña afilada rascándome las piernas. Todo seco, y esa piedra meciéndose en mi dedo. Tiene todo la extrañeza que tienen esas noches de verano en pleno invierno. Y sin embargo, estoy como habituada. O mejor, inyectada por una palabra que se escribe/que se dice cada día.

Ayer tanto sol. Tantas manos tibias, tantas frentes mojadas. Hoy todo tan seco y tan sediento. Viento granizado. Tanto llover un pobre hielo. Y una piedra naciendo de mi dedo.