sábado, 14 de febrero de 2009

Categoría del "Coño, qué bien". Poesía de Octavio Armand. Muestrario de ciertas cosas que decimos todo el tiempo, sin decirlas tan bien.

Citar es como pedir prestado un cigarrillo. Quitárselo de la boca a alguien, colocarlo en la propia. Inhalar nubes, exhalar viento seco. Y devolverlo, depositarlo en la boca correspondiente. He aquí un par de cigarrillos prestados de la boca borrascosa de O. Armand, del libro Piel menos mía.

Cascada contra cáscara mueves la espuma como
mazo y borras con tu piel la piel del muro o
estas líneas que sólo el puño protege pero el
mundo es redondo otra vez y otra vez borras p
ara decir lo mismo borras porque gaviota borr
as porque espuma palimpsesto pleamar o destru
cción echando harina en las heridas y heridas
en el canto, pero las huellas regresan, una r
asgadura en la piedra y el caracol existe. ha
mbre de arena hembra de arena que inventa nom
bres y llama, como espejo abierto donde la vo
z se mira o muere y recojo labio a labio la s
aeta, palpitando

Porque la noche comienza en el mar.

lunes, 9 de febrero de 2009

por las ramas



la escritura es como una enfermedad de superficies. como un borde herido, y mojado. orilla de playa.

todo está resbalando, todo rebotando. tu voz que se quedó atrás, yo la siento, como pegada en mi frente.

escritura como enfermedad de superficies. como una fiebre de lenguas aterciopeladas rodando por mi espalda.

yo, deshilada.

ya ves. no era tan dificil desarmarme.

viernes, 6 de febrero de 2009

La Forma

Nada que hacer. Es tiempo como de silencio. A veces, parece, se rompe.

A veces.

Hoy no. Hoy me rompo yo. Hoy soy yo toda una montaña de bocas cerradas. Ya pasará. No está mal sentarse en el reverso de las cosas. Verlo pasar. Sonreírle. Quererlo mucho. Y de lejos. A mi me gustan las tramas que despegan, y nada más. Una llamita trepándose por aquí. Un incendio en la copa de los árboles.

En estos días, repito, nada que hacer. He vuelto a las andadas, pero ya nadie sigue mis pasos. Voy medio sola, medio agarrada de su sombra.

Verlo pasar. Eso hago. Practicar la espera. Y ser muy puntual.

Es posible que no se me entienda lo que digo. Pero, ¿por qué habrían de tener sentido las palabras, si las cosas no van por ahí? Las cosas van por otro sitio. Y a mi todo se me rompe. Y a mi todo me llega en pedazos. Un ojo, una boca (qué boca, cojones) un dedo del pie. El recuerdo es metonímico. Y en cantos lo vomito. Ahora es así. Estoy entrando en la disciplina del Inmaduro. Finally!

Que se joda.