domingo, 26 de junio de 2011

(1)
ruega el pulso su temblor.
ruega la voz
por un pliegue de tu eco.
ruega lo triste por un segundo
de lluvia.
tanto desierto, a gota.

(2)
la isla se aquieta.
pero esa niña
que se repite
asomada en
las ventana
como una llamita
o como una angustia
brillante, y cansada
se aleja para siempre

de la esquina
y de tu casa.

(3)
"te guardo rencor"

(4)
llega la noche y se cierra sobre tu cabeza. y cuando digo "cabeza" me conmuevo. estrepita la sordera de mis piernas. algo se me quiebra. y es que a esta hora, por razones seguramente absurdas,  escribo la palabra "cabeza" y me agarra la sed, y siento, de pronto, la profunda necesidad de arropar a alguien. porque decir "cabeza" otra vez será como decapitar la noche que ahora me recibe.

naturalmente, algo rodará.

3 comentarios:

sean manning dijo...

la angustia brillante!

y los ecos de espejismos reverberan en
gotas evaporadas de charcos absorbidos.

la película.
tu rodaje sigue.
naturalmente.

The Trade dijo...

muy bueno, pero ese cuarto si que esta por encima

Blanco White dijo...

Secuencia exquisita las cuatro "islas". Aleixandre metido en tus venas, mejor hemoglobina no puedes pedir. Mucho sentido común dentro de la voz intensa. Saludos.