sábado, 14 de febrero de 2009

Categoría del "Coño, qué bien". Poesía de Octavio Armand. Muestrario de ciertas cosas que decimos todo el tiempo, sin decirlas tan bien.

Citar es como pedir prestado un cigarrillo. Quitárselo de la boca a alguien, colocarlo en la propia. Inhalar nubes, exhalar viento seco. Y devolverlo, depositarlo en la boca correspondiente. He aquí un par de cigarrillos prestados de la boca borrascosa de O. Armand, del libro Piel menos mía.

Cascada contra cáscara mueves la espuma como
mazo y borras con tu piel la piel del muro o
estas líneas que sólo el puño protege pero el
mundo es redondo otra vez y otra vez borras p
ara decir lo mismo borras porque gaviota borr
as porque espuma palimpsesto pleamar o destru
cción echando harina en las heridas y heridas
en el canto, pero las huellas regresan, una r
asgadura en la piedra y el caracol existe. ha
mbre de arena hembra de arena que inventa nom
bres y llama, como espejo abierto donde la vo
z se mira o muere y recojo labio a labio la s
aeta, palpitando

Porque la noche comienza en el mar.

3 comentarios:

ingrid dijo...

eso e más o menos lo que yo, sin ningún éxito, trato de decir.

Desvalijadas dijo...

oye, cuando te tatúes los devenires lezamianos, me mandas una foto. ese será tu cigarrillo siempre encendido, y habrá que escribir algo sobre tú cáscara=como piel.

porque la noche comienza en el mar.

ingrid dijo...

sí, será mi cigarrillo encendido. mojado todavía de bocas escapadas, quemándome la piel. te mando una foto cuando lo haga.

ps. todo comienza en el mar. pero la playa es siempre para morir.