sábado, 22 de enero de 2011

pobre

nieve y ceniza, hoy, pareciéndose. buscándose, casi. sigo sin aprender a que me salgan ciertas cosas. ya no planifico casi nada. me pregunto si será tristeza y nada más. me pregunto, también, si la tristeza es de origen biológico, o si me la contagió el árbol llorón que está frente a la ventana. me pregunto y no me respondo.
sacar la cabeza, respirar ese aire frío, ahora, podría resultar benéfico. pero me quedo sentada, detrás de un escritorio ocupado por tantos papelitos que a veces, te juro, dan como ganas de llorar.
quise hacer algo memorable, algo bello, poético. saqué el cenizero y dejé que la nieve nevara sobre él. olvidé la nieve, soñé con la ceniza y a mi regreso, los papelitos se habían hermanado en llanto. se me olvida que la nieve es agua lastimada.
ahora sólo quiero servir de contraste para tan triste escena.
ayer compré botas. corrijo: ayer me compraron unas botas. regalo atrasado de cumpleaños. me las puse y me dieron ganas de bailar. me sentí mejor, aunque no bailé. a veces basta con tener ganas de algo.
ando bastante mal de dinero, pero las botas son tan lindas. y él me dijo que me las merecía. yo le creí.

1 comentario:

Blanco White dijo...

Bueno, es biológica la tristeza, según afirman ahora. Tener ganas de algo, por su parte, a veces no es suficiente. Pero s evive. Te cuidas.